"Un texto sin contexto, es el mejor pretexto para no entender el texto"

(un pensador)

viernes, 8 de enero de 2010

Hoy pídele a Dios una personalidad equilibrada


Hoy me he encontrado en un portal católico una pequeña reflexión extraída de un libro llamado "Frases Inspiradoras" escrito por un sacerdote llamado P. Gustavo Jamut, de la comunidad de los Oblatos de la Virgen. Este religioso es conocido por sus trabajos, charlas, conferencias y talleres dictado en torno a la sanación de la afectividad y las emociones, todo este de las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia y en unión con el Santo Padre.
Me ha llamado mucho la atención esta reflexión correspondiente al día 8 que dice lo siguiente:
Día 8
Hoy pídele a Dios una personalidad equilibrada
Cuando las cosas salgan bien, no creas ser mejor que los demás. Cuando lo que haces te salga mal, tampoco creas que eres el peor. No te creas más, ni te creas menos, ni tampoco te compares con los otros, pues eres único e irrepetible. Sólo cree en Dios, pues Él cree en ti. Que la confianza que Él te tiene te vaya transformando en la persona que Él sabe, puedes llegar a ser.

Juan 11, 40: “Jesús le dijo: No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios”

Casi que me he quedado sobrecogido por ser tan concreta en sí, hoy, en este momento de mi vida me habla profundamente, apelando mi interior, no es cualquier cosa pedir a Dios una personalidad equilibrada.

Cuando las cosas salgan bien, no creas ser mejor que los demás. Cuando lo que haces te salga mal, tampoco creas que eres el peor.

Yo lo he sentido, yo lo he vivido. Eso pasa y en realidad es muy penoso gastar tantos esfuerzos en querer sobre salir sobre todo porque la vida apostólica del cristiano no se trata de eso. Cuando esto sucede definitivamente se ha perdido el sentido.
Eso me hace pensar de en un pequeña anécdota un poco graciosa que escuche en un retiro hace algún tiempo. Cuando Jesús entraba en Jerusalén para los días de su pasión gloriosa lo hizo encima de un burro y este todo el camino pensó que los honores y las alabanzas que hacían eran para él. Debió costarle mucho a este burro afortunado darse cuenta que los honores y alabanzas no eran para él.
Debe de ser complicados para tipos como yo con episodios obsesivos por perfección asimilar estas primeras líneas de la reflexión. Dios por favor ayúdanos a todos los que trabajamos en tu mies a tener una personalidad equilibrada.

No te creas más, ni te creas menos, ni tampoco te compares con los otros, pues eres único e irrepetible.

Pues en esta parte nuevamente regreso a comentar sobre el burro en la entrada triunfal a Jerusalén. Pues ciertamente es un burro afortunado y también que según nuestra anécdota el se sentía mas que los otros burros, sin duda alguna lo que si debemos reconocer es que aquel burro es único e irrepetible. Dichoso y afortunado su dueño y obviamente aquel burro no se comparaba con otra era especial, único e irrepetible por ser burro en ese momento para quien lo montaba.
Es lo mismo con nosotros, hay momentos en que nos cuesta tanto comprender que somos hijos de Dios, creaturas amadas y respetadas por Dios sin importar nuestras faltas. Deberíamos estar eternamente agradecidos con Dios en todo momento por su infinito Amor, con el que solo él puede colmarnos subalimente y saciar nuestra sed de infinito.
Ni mas, ni menos, único, importante, irrepetible, Amado, redimido, respetado... Eso y mucho más de lo que nosotros podamos contener en una palabra somos para Dios.

Sólo cree en Dios, pues Él cree en ti.

Por la fe creemos en Dios pero personalmente tu y yo ¿Le creemos a Dios? sus obras, su plan magnifico de salvación es por ti, por mi y por todos. Antes que te formaras dentro del vientre de tu madre te conocía y te consagre dice el Señor y eso es prueba suficiente para saber que somos creaturas con alta vocación al Amor del cual provenimos y con un designio concreto en medio del mundo.
Yo lo he experimentado, casi que si puedo sentir que Dios cree en mí, a más de lo que soy me sigue dando pruebas que por más que yo cayera, aun mas él me está amando. Y es lo mismo que hace contigo... ¿puedes verlo? allí en tu servicio apostólico, en tu lugar de estudio, tu área de trabajo, en la calle, en el templo, en el sagrario es el mismo Dios que cree en ti y te esta Amando.
Prueba más grande de que Dios cree en nosotros y nos Ama es que envió a su único Hijo Amado y se hizo hombre como nosotros para darnos un baño de sangre y agua salida de su costado y con la última gota de su sangre preciosa pagar nuestras faltas. Y después se quedo en el hostia consagrada humillándose tanto para estar con nosotros... para estar en medio de nosotros, ¿no es tonto que el mismo dios quiera estar allí de esa forma? pues para el NO jamás sabremos ni podremos explicar la magnitud del Amor de Dios pero de lo que si podemos estar seguro que para Amar a los hermanos como a nosotros mismos no basta nuestro amor que es tan pequeño, necesitamos del amor de Dios para poder amarlos. Gracias Jesús por que nos amas y te quedas con nosotros.

“Jesús le dijo: No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios”

Termina la reflexión con esta cita bíblica, con este mensaje tan claro y concreto de Jesús que prácticamente termina transportándome a otro hecho.
En la última noche. La noche del Amor, Jesús lavo los pies a sus discípulos y cuando llego a donde Pedro el no quería que Jesús lavara sus pies... es normal en la cabeza en la cabeza de Pedro pensar que su maestro no podía tener tal gesto de humildad con él. Pedro le dice: "Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?" "No me lavarás los pies jamás." y Jesús con mucho amor le dijo: "Si no te lavo, no tendrás parte conmigo."

La ultima respuesta de Pedro es la que más importa: "Señor, entonces no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza."
Si, Señor a nosotros también lávanos no solo los pies sino también las manos para que estén a tu disposición en todo momento y no se manchen con las obras del mal, también los pies para que sigan por los senderos de Amor, Paz, Justicia y Libertad. Pero sobre todo la cabeza para que salgan las mejores herramientas que puedan reconciliar a nuestros hermanos contigo.
Infunde en nosotros un corazón nuevo donde no existe el rencor y la envidia y donde todo lo que hagamos sirva para darte mayor gloria. Permite siempre que en cualquier parte del mundo nosotros tus hijos los que trabajamos por reconciliar al mundo contigo no perdamos el horizonte y la misión.
Al final grava en nuestro corazón con fuego tu palabra y su mensaje para que no podamos olvidarlo nunca y nos sirva de consuelo con la hora de la gran persecución haya llegado. Así podremos humildemente abrir los brazos en la cruz contigo y calmar tu deseo ardiente de Amar a los que más te ofenden. Permite que ofrezcamos nuestras vidas para reparar por las faltas de nuestros hermanos en el mundo. Llévanos a los lugares, a las iglesias donde estas con menos culto y mas abandono para acompañarte. Y después llévanos al cielo.
Gracias por que tus palabras tienen vida, perdóname por que cada vez que caigo te ofendo mucho más de lo que quisiera, pero por cada vez que te ofenda y me levante te pido que aceptes mi reparación como una oración y sacrificio por tus sacerdotes que más te ofenden.
Gracias por este Nuevo día Señor, gracias por que nos amas.

"No sólo los pies, sino también las manos y la cabeza..."


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